lunes, 26 de septiembre de 2011

eguinoa

¿POR QUÉ EGUINOA AFIRMA QUE LA DIDÁCTICA DE LA LITERATURA SE CONSTITUYE BÁSICAMENTE EN UN ESPACIO DONDE CONVERGEN, POR UN LADO, LA LITERATURA COMO PRÁCTICA LINGÜÍSTICO- COMUNICACIONAL Y, POR OTRO LA DIDÁCTICA COMO ACTIVIDAD COMUNICATIVA-RELACIONAL?
La didáctica de la literatura posee los supuestos básicos a partir de tres momentos:
a) Desarrollo.
b) Enfoques recientes.
c) Didáctica de la recepción literaria.
Tenemos los campos disciplinarios –literatura y didáctica- aparecen ya como actividades paralelas o ya como tangenciales o íntimamente interceptadas desde la óptica de la comunicación. Se define a la didáctica de la literatura como un territorio en el que se articulan varios saberes y disciplinas. Así, la didáctica de la literatura, se constituye básicamente en un espacio donde se centran, por un lado, la literatura como práctica lingüístico-comunicacional y, por otro, la didáctica como actividad comunicativo-relacional. De modo que, en todo acto didáctico, la literatura es a la vez objeto de conocimiento y objeto de enseñanza, y, con base en sus propias leyes, determina los procedimientos específicos para la lectura, la escritura y la enseñanza.
Para tratar esta actividad académica como es la didáctica de la literatura es necesario interceptar dos campos del conocimiento: la literatura como práctica comunicativo-lingüística y la didáctica como actividad comunicacional.
A continuación se presenta el conjunto de lineamientos o supuestos básicos, cada uno con su profundo concepto y tema.
1. DESARROLLO DE LA DISCIPLINA:
En términos generales podemos indicar que sería difícil hablar, a nivel nacional, de investigaciones y de grupos de investigadores constituidos, que traten de manera sistemática la enseñanza de la literatura en el nivel superior.
Así, con relación al ámbito de lo literario, los textos están casi siempre orientados a la descripción de una serie de lineamientos sobre la lectura como un resumen de niveles, de recetarios, de pasos, pero sin un apoyo de teoría lingüística y literaria que los sustente.
Por su parte, las publicaciones pedagógico-didácticas cuentan con un repertorio limitado de textos basados en una descripción general del fenómeno de la enseñanza, de sistemas clasificatorios (objetivos, técnicas, actividades de aprendizaje, etc.) que, de manera casi idéntica, se plantean para todos los niveles, áreas y materias.
De este modo, la literatura y su enseñanza han sido dos actividades paralelas, dos objetos de estudio separados, dos universos muy diferentes. Esta desigualdad nos parece paradójica ya que el acto de enseñar surge con el hombre mismo y constituye una importante realidad comunicativa cuyas formas y procesos lo han preocupado desde tiempos remotos, mientras que la investigación metódica de los estudios literarios resulta más reciente. Dicha separación ha dificultado la organización y sistematización de la didáctica de la literatura, disciplina en la que acuden y se sintetizan estos dos campos teóricos que, con objetos y métodos diferentes, enfrentan una única finalidad: desarrollar formas de conocimiento, de exploración de la realidad humana por una parte y, por otra, de enfocar la enseñanza y el aprendizaje, el conocimiento y la transformación del sujeto en general y del sujeto educativo en particular.
2. ENFOQUES RECIENTES:
Se puede detectar un nuevo tratamiento de la disciplina: la practica didáctica que puede ser objeto de análisis para la literatura o bien la literatura puede ser tarea, saber para la didáctica. Los enfoques recientes desde diferentes niveles nos ofrecen una amplia gama de experiencias que constituyen la vida en la escuela; un testimonio de los altos grados de marginación, de segregación económica, racial o sexual, pues compartir en el aula y pupitres no significa que se tengan las mismas oportunidades educativas- por no hablar de las oportunidades laborales y sociales. Estos relatos nos demuestran, sobre todo, que la mayor parte de la actividad del aula está destinada mas al control de la disciplina que a la enseñanza y el aprendizaje, generando una serie de situaciones psicológicas en el sujeto aprendiz que van desde el sometimiento, el despojo, el temor, el resentimiento, el aislamiento y la rebeldía, hasta la desintegración de la personalidad. En una palabra, ofrecen una rica gama de experiencias (traumáticas) que se viven en la escuela y que nos ofrecen maneras de confrontar nuestra realidad escolar.
Por su parte, la didáctica empieza a integrar otras propuestas al incluir lineamientos del campo literario en los que se pretende armonizar lo teórico con lo práctico como resultado de experiencias pedagógicas, de actividades metadocentes de formación o de productos de reflexiones continuadas de los propios maestros en ejercicio. Desde lo literario la expansión de la terminología especializada convirtió el trabajo didáctico en un esfuerzo que hacia mas énfasis en el método de enseñanza que en el de análisis de los textos literarios. Si bien se contaba con un conjunto de recursos, formas y estructuras sobre el acto de enseñanza, no se ingresa a una descripción y análisis de la literatura como producto linguistico-comunicacional, con toda la riqueza que para el docente podría significar el texto literario como objeto de estudio (teoría) y como objeto de enseñanza (metodología).
3. DIDACTICA DE LA RECEPCION LITERARIA:
Un tercer momento lo constituyen los nuevos rumbos que, en las ultimas décadas, toma la literatura y su enseñanza. Asi, otros enfoques empiezan a preocupar a los teoricos de la literatura, ya desde la teoría de la recepción, la semiótica, el psicoanálisis o la lingüística textual, los cuales inciden de alguna manera en el campo de la didáctica y permiten, además, replantear otros modos de enfocar la enseñanza y el aprendizaje de lo literario.
Dentro de esta tradición, el saber literario puede ser materia de enseñanza en la medida en que tiene que ver, por una parte, con el proceso de creación y, por otra, con el de la recepción de textos.
En este sentido, la practica actual esta influenciada por los conceptos que se tienen de la literatura, del lenguaje y del aprendizaje, los cuales, finalmente, son los que permiten entender este complejo fenómeno, producto tanto de los condicionamientos institucionales, culturales y sociales, como de los derivados de los individuos que intervienen en su actuación: el maestro y el alumno. La didáctica de la literatura como campo particular cuya finalidad prioritaria es desarrollar métodos de acercamiento al fenómeno literario y que, por consiguiente, conlleva una practica de enseñanza especifica en la que se relacionan tanto la literatura como actividad comunicativa y relacional como la didáctica como practica comunicacional. Cada una integra modos de comunicación particular que se interceptan en el acto de enseñar.

De este modo, para ser catalogado como literario, un texto debe reunir dos condiciones:
a) Una función comunicativa particular.
b) Impone a los usuarios – escritores y lectores - normas especiales de funcionamiento y, por tanto, de lectura.
Por su parte, la comunicación didáctica es mas directa, inmediata y dialogica. Esta integrada por el maestro, el texto y el alumno. Cada uno, con sus diferentes niveles de formación, establece una relación comunicativa especial como lectores frente al texto. Asi, el proceso didáctico como acto comunicativo tiene dos momentos:
a) Es una relación intersubjetiva entre los individuos comprometidos en el acto de enseñanza: el maestro y el alumno, mediados por el contenido (texto);
b) Es un conjunto de planteamientos técnico-metodologicos que explican tanto las formas de organización de la enseñanza y el aprendizaje como los procedimientos para la lectura del texto literario y el análisis de la conducta del lector alumno.

3.1 DIDACTICA DE LA LITERATURA COMO PRÁCTICA COMUNICACIONAL:

La definiremos, como una disciplina teorico-practica que, en un contexto especifico de enseñanza-aprendizaje, orienta, a partir de diversos procesos comunicativos, el aprendizaje de lo literario y, en consecuencia, la construcción del conocimiento. Desde este punto de vista, cuatro aspectos la definen:

1) Es teorica, en cuanto intenta explicar que cosa es la enseñanza.
2) Es practica, porque define como se enseña.
3) Es teorico-practica, ya que parte de la realidad, la observa, la analiza y aporta soluciones a su problemática.
4) Es critica, en la medida en que al descubrir los problemas reales ofrece soluciones tanto con relación al contexto escolar como a los sujetos que intervienen en la acción pedagógica: el maestro y el alumno.
La didáctica de la literatura, al ser un espacio disciplinario donde se interceptan la literatura como practica comunicativo-lingüística y la didáctica como actividad comunicacional, integra en su planificación, programación y acto didáctico un conjunto de exigencias.
3.1.1 UNA CONCEPCION DEL HOMBRE COMO OBJETO DE CONOCIMIENTO Y DE EDUCACION:
En este nivel debemos situar dos dimensiones de la disciplina: a) una de orden ideologico-socio-educativo, y b) una de orden teorico-practico. La primera hace referencia al conjunto de cuestionamientos e interrogamientos que es necesario plantearse para programar, a diferentes niveles, el trabajo áulico.
En una palabra, se situa al sujeto como centro de la educación, de la realidad y del conocimiento. Esta ubicación es histórica, dialéctica y dinámica en la medida que tanto este como la educación van cambiando de manera permanente. La segunda dimensión proviene del carácter científico, normativo y praxiologico de la enseñanza. Lo teorico constituye la concepcion implícita de la disciplina, su valoración y los modos de tratamiento del texto literario. Lo practico expresa la concepción de lo que se puede lograr por la via de la enseñanza de la lectura literaria. Es decir, como organizamos la estructura didáctica desde la selección de los contenidos, el planteamiento de los objetivos, las actividades y las formas de evaluación y, a la vez, su interrrelacion con el maestro y el alumno. La finalidad no es solo aprender y enseñar literatura, sino plantear el contexto en el que se da el acto comunicativo para distinguir y clasificar los elementos que entran en juego en la transmisión y en la adquisición del saber. Desde esta perspectiva, el objeto literario (texto) y su lectura constituyen el nucleo central del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por medio del aprendizaje, tanto de los contenidos teoricos como de los estéticos, es posible tanto la internalización de los conocimientos como el desarrollo de capacidades y actitudes sobre el mundo, la vida y el hombre.

3.1.2 CONCEPCION DE LO LITERARIO:
La causa profunda que explique el fracaso de la enseñanza de la literatura a lo largo del sistema educativo reside tanto en la ausencia de una solida formación teorica de los maestros como en la confusión de propuestas de enseñanza en las que generalmente se ha priorizado desde una mal entendida enseñanza de la historia de la literatura a una aburrida cadena de autores, de obras, de críticos, sin estimular la reflexión sobre lo que los mismos textos plantean.
La enseñanza en este campo disciplinario se centra básicamente en el trabajo sobre el texto y es este al que debemos pedirle, aparte del cumplimiento de sus funciones especificas (poetica, estética y humanística), su contribución a la formación del alumno como ser social e individual.
3.1.3 CONOCIMIENTO DE LAS DISCIPLINAS QUE LO ANALIZAN:
Los textos literarios son retomados por disciplinas diferentes que buscan en las obras puntos de apoyo que les permitan ampliar o confirmar sus principios teoricos. Debería incluir en la programación de sus actividades las diferentes tendencias criticas que analizan el fenómeno literario y las relaciones que mantienen entre si para dar un panorama mas completo y amplio de la disciplina.
En este caso, no se tratara de aplicar y/o trasladar mecánicamente una metodología, sino de buscar los puntos de contacto entre esos campos de conocimiento; ya que si bien un texto sugiere su lectura desde una clasificación predeterminada por una comunidad, puede ser considerado por un lector entrenado en otro punto de vista.
3.1.3 CONOCIMIENTO DE LAS DISCIPLINAS QUE LO ANALIZAN:
Los textos literarios son retomados por disciplinas diferentes que buscan en las obras puntos de apoyo que les permitan ampliar o confirmar sus propios teoricos. Debería incluir en la programación de sus actividades las diferentes tendencias critica que analizan el fenómeno literario y las relaciones que mantienen entre si para dar un panorama mas completo y amplio de la disciplina. La tarea del maestro será la de orientador, impartidor de emociones, un guia que despierta la sensibilidad, la imaginación, la creatividad de este proceso comunicativo de enseñar-aprender, en el que ambos son participes. El aprendizaje escolar, centro de toda actividad didáctica, aparece como resultado de la interaccion de tres elementos: el alumno, que construye significados, los contenidos de aprendizaje, sobre los que el alumno construye los significados, y el profesor, quien actua como mediador entre el contenido y el alumno.
3.1.4 ACTITUD DEL ALUMNO FRENTE AL APRENDIZAJE DE LO LITERARIO:
Didácticamente hay formas de ponerse en contacto con el texto, que posee una existencia concreta frente a la que nos situamos como alumnos. Em primer termino se tendrá que enfocar la atención en el estudio de la actividad creadora, que pone en juego realidades, acontecimientos, hechos y circunstancias sociales y humanas encubiertas de ficción. En segundo lugar se tendrá que analizar el tipo de relación dialogico-transferencial que se establece entre el lector alumno y el texto literario. No hay lectura única, uniforme, sino que cada texto tiene multiples lecturas que dependen, por un lado, las características del texto, y por otro, las competencias del lector.
3.1.5 EL TEXTO LITERARIO:
El texto es un conjunto estructurado de unidades linguisticas a través de las cuales se desarrolla un tema con intención comunicativa. Tanto la intención como el tipo de organización interna garantizan, por un lado, la coherencia y por otro, la cohesion. La primera esta constituida por los diversos elementos del texto que mantienen entre si una conexión textual. La cohesion se vincula al concepto de coherencia en la medida en que dentro del texto hay una estructura a distintos niveles que hacen posible su lectura. Esta se aplica mas a los aspectos semánticos y pragmáticos que a los sintácticos. La intención y la función linguistico-comunicativa del texto da origen a la organización de ciertas estrategias de enseñanza y de lectura.
4. EL LECTOR ALUMNO:
Otro constituyente de la comunicación literaria, es el lector, el lector alumno cuando entra en contacto con el texto, con una organización linguistico-textual diferente, y logra establecer un vinculo, una relación intersubjetiva de comunicación, de empatía, de transferencia.
No se lee un texto en el vacio sino en interaccion con factores de naturaleza social e individual que deben ser comprendidos, analizados y evaluados, tanto la perspectiva literaria, como desde la didáctica de la literatura.










lunes, 19 de septiembre de 2011

MAPA DE IDEAS LITERATURA Y APRENDIZAJE

DESCONOCIMIENTO DE LA FUNCION DE LA DIDACTICA DE LA LITERUTURA EN LA FORMACION DOCENTE.

EL DESCONOCIMIENTO DE LA FUNCIÓN DE LA DIDÁCTICA DE LA LITERATURA EN LA FORMACIÓN DOCENTE.

Hoy en día vemos como se está fundamentando y se vive llevando la educación desde diferentes puntos y perspectivas, pero ¡que es lo que realmente se ve, tanto la institución, el profesor, la signatura!
En el intento de dar cuenta de la complejidad de la función docente, se coincide en enumerar una serie de rasgos que la caracterizan: multiplicidad de tareas; variedad de contextos en que estas tareas se desarrollan; complejidad del acto pedagógico; inmediatez; indeterminación de las situaciones que se producen en el curso del trabajo docente; implicación personal y posicionamiento ético que supone la tarea. Los estudios sobre el docente dan cuenta del interés acerca de los conocimientos que pone en juego un enseñante en su práctica cotidiana y se plantean ciertos interrogantes: ¿cuál es el tipo de conocimiento que permite a un docente formarse una cierta visión de la situación, que siempre será singular; actualizar las alternativas de las que dispone en el conjunto del conocimiento pedagógico-didáctico; generar las adecuaciones del caso, incluso producir alternativas nuevas, para intervenir con razonable expectativa de oportunidad? ¿Qué tipo de saberes permiten todo esto? ¿Están disponibles esos saberes? ¿Qué intervenciones formativas facilitan la construcción de estos saberes?
La tradición normalista produjo su propia respuesta. El principal mecanismo previsto para la creación de la docencia como profesión fue la formación de ciertos conocimientos y valores específicos durante un período de tiempo en instituciones especializadas. Esto suponía la adquisición de habilidades normalizadas que se ejercían en el seno de una institución administrativa y jerarquizada. Por otra parte estos conocimientos se consideraban válidos a lo largo de todo el período de ejercicio de su profesión.
La multiplicación de espacios de creación de nuevos conocimientos externos a las instituciones académicas y de formación lleva también a cuestionar la pertinencia de que los circuitos de formación , capacitación y supervisión sean llevados a cabo por profesionales de idéntico perfil formativo y en instituciones educativas exclusivamente, lo que refuerza el circuito altamente endogámico de la formación y la aleja ya no sólo de la práctica educativa, sino de los nuevos contextos sociales, políticos y económicos, del mundo real.
Los profesores, cualquiera sea el nivel o modalidad de la enseñanza en la cual desarrollen su tarea, deben comprender e intervenir como ciudadanos productivos en el mundo en que viven. La cultura endogámica de las escuelas y las instituciones de formación no favorecieron la interacción con otros ámbitos, ni la posibilidad de plantearse preguntas o ensayar respuestas del más allá espacial y temporal de las escuelas.
Esto implica que un desafío para la formación de los docentes es ampliar el horizonte cultural, pronosticar tiempos y espacios diversos destinados a recuperar y a resignificar formas abiertas de ver el mundo. Conocer más de cerca, por ejemplo, los procesos productivos ligados a su tarea académica, como así también ampliar su rol profesional como respuesta a la utilización de las tecnologías de la información y comunicación en el aula y en el ámbito del alumnado.
En todo caso, lo cierto es que relevar los saberes que informan la actuación docente e influir sobre ellos de algún modo, parece ser un cometido necesario, a la vez que difícil para la formación. Necesario porque se trata de contribuir a develar los supuestos que sostienen la acción para enriquecerla y reorientarla, y difícil porque se trata de saberes de distinto tipo y con diferente grado de consciencia en la reflexión sobre su propia acción. Una manera de abordar este tema complejo y de ir encontrando algunas respuestas sería recuperar la práctica docente como objeto de formación y como espacio privilegiado de aprendizaje y reflexión.
En la relación cultural, social o de orientación y animación entre personas, no es tanto lo que se enseña, o lo que se logra, sino el tipo de vínculo que se crea entre el profesor y el resto de las personas, o la misma relación de los integrantes del grupo. Si el vínculo es de dependencia, es decir si se modifican cosas por la fuerza del animador, siempre se mantendrá la dependencia, y no será posible el cambio más que cuando «desde arriba» se produzca. En los niños, en su primera edad, se da una gran dependencia de parte de los adultos, pero en los adultos, la dependencia debe transformarse en cooperación, en creatividad o en participación.

• PREPARACIÓN TÉCNICA DOCENTE:

Es este un aspecto de enorme actualidad porque es en los últimos años cuando se ha empezado a prestar atención a la preparación pedagógica del profesor de enseñanzas medias y superiores. El profesorado de enseñanza general o primaria gozaba ya de este tipo de preparación. Los procesos de aprendizaje, la metodología de trabajo que el profesor debe proporcionar a los alumnos, se basa fundamentalmente en la transmisión de estrategias que el alumno debe aprender porque son fundamentales para su supervivencia, su futuro académico, profesional y laboral. «Importan más los procesos que los resultados», ya que los procesos permanecen de por vida y los resultados son productos de buenos procesos, pero pueden ser poco permanentes. Se admite hoy sin discusión que el profesor ha de conocer y saber aplicar técnicas educativas que, potenciando sus propios recursos naturales, permitan obtener la máxima rentabilidad de su trabajo y el de sus estudiantes. En la actualidad se considera imprescindible que el profesor, cualquiera que sea su especialidad, conozca y aplique conceptos de psicología del aprendizaje y evolutiva que le permita conocer mejor a sus estudiantes y los principios que rigen los procesos de aprendizaje y de orientación escolar.

viernes, 16 de septiembre de 2011

perguntas generadoras tutoria 2

• ¿Qué métodos se pueden implementar para que los alumnos se conviertan en seres activos, participativos, lectores y productores de textos literarios?

• El primer deber de un maestro de literatura es el de enseñar a degustarla. Promover su lectura, hacer circular textos diversos, poner en alto relieve autores, animar al descubrimiento de los libros más cercanos a los intereses de los aprendices, incitar con exquisito tacto la relectura de las obras clásicas.

• El maestro debe expresar un testimonio real de su propia relación con ese arte o esa materia. Si es el gusto por la literatura el que deseamos propiciar en nuestros estudiantes, debemos dar prueba de ello todos los días y no solo en el aula de clase sino también en espacios que se faciliten.

• Contagiar a nuestros estudiantes de un poema, esto para explicar aquel sentimiento que a la mayoría de ellos les sujeta la garganta o llevarles a clase, a manera natural y propia, un cuento que sugiere con delicadeza, exquisitez, y profundidad, una salida ante la desesperanza o el fracaso.,

• Ejercitar, apreciar y evaluar la lectura en voz alta, ya que este parece ser hoy en día otro relevante para llegar a una mejor didáctica y pedagogía de la literatura. Es urgente que asignemos la lectura, que la lectura en voz alta se convierta en una práctica y necesidad habitual. Además de fomentar la lectura individual, los maestros además de fomentar la lectura debemos practicarla, que sea lectura afinada y adecuada, lectura con tonalidad, gama, con altos y bajos, que llamen la atención, que se vea la emoción del estudiante vista, con pautas y silencios, en fin una buena e interesante lectura que llame el interés y el acorde en los estudiantes.

• Las competencias comunicativas un punto que no se debe descartar y olvidar, así como la dramatización de textos, el reconocimiento del código y la importancia de la lengua. También favorecer el desarrollo de la escucha en nuestros estudiantes, recuperar el sentido de la palabra oral y escrita.

• Enseñar modos y maneras de leer textos literarios, enseñar a los alumnos que la lectura es una práctica social, que responde todo tipo de dudas, mejora nuestro léxico corporal y nos ayuda y aporta a ser mejores personas cada día, así como también enseñar a explorar y profundizar la crítica literaria.

• Representar los géneros literarios y las tipologías textuales, un maestro debe de tener el criterio claro sobre los límites de cada uno de los géneros literarios; lo importante es que el estudiante entienda que hay una intención distinta cuando se escribe lirica dramática o narrativa, debemos hacer las clases con un poco mas de esfuerzo intelectivo, un ejercicio de análisis donde pertenezcan los rasgos distintos y las marcas de identificación a un determinado tema.


• Asegurar y consolidar a los alumnos, las características más notorias de cada género o tipología textual. Así como también mostrarles las cualidades sobresalientes de un género. Así como también afirmar y exponer las obras más importantes ya vistas y de mucho interés tanto para el maestro como para el estudiante, ya sea en formas artísticas como un collage, un bosquejo, o una ilustración el todo es que sea desarrollado el sentido de la creatividad de los alumnos.

• Estudiar, aprender, formar e instruir la narratología, que los maestros de literatura estu diemos, apreciemos y evaluemos la narratología, que es el estudio de los elementos fundamentales de la narración. Aunque tiene una larga tradición anterior, los mayores avances en el campo de la narratología se deben al estructuralismo, que subdividió y clasificó los rasgos principales de toda narración. Ya que este saber nos puede ayudar enormemente a ir trazando al estudiante a una recopilación de recursos o técnicas lúdicas para el logro de su enseñanza y aprendizaje.

• Ofrecer una gama de colores y tonalidades con la cual puedan expresar y convertir dichas emociones que sienten al inspirarse por sus ideas y pensamientos que llevan a cabo al inventar un cuento, una historia algo que sea narrado por ellos mismos. Es necesario mostrarles a nuestros estudiantes, un desarrollo de producción y transformación en donde se tenga en cuenta el talento, el ingenio y la capacidad, la cual se tendría un resultado preciso y esperado por todos.

• Rescatar la unión a la poesía y la enseñanza de la escritura poética, ya que este es un campo que cada día los maestros de literatura están dejando de lado y además en un sitio arrinconado o se podría decir mejor que abandonado, o apenas tocan de manera básica por decirlo ya porque les toca, hoy en día la poesía es el más abandonado de los géneros literarios, debemos de reiniciar y emprender la enseñanza e importancia de la poesía; es muy difícil que un estudiante llegue a conocer y entender la poesía si el maestro no ha hecho ningún empeño por mostrarle el valor de la poesía todo ese mundo que se encuentra en ella.

• la interacción entre los alumnos, por medio de un juego de cartas. Se pueden realizar dos talleres interactivos, y se aplica en los alumnos según cuál sea su contexto crítico.

• Para lograr una buena enseñanza de la literatura en el aula, es necesario proponer a los estudiantes una lectura libre de textos que se caractericen por tener un tema que sea de interés para cada uno de ellos, es decir dar la oportunidad a los estudiantes de escoger la obra sin necesidad de que el profesor imponga un texto en especifico; de esta forma se logra una mayor motivación y afecto hacia la lectura por parte del estudiante.
• Una vez terminado el proceso de la lectura personal del texto se debe pasar a una segunda fase de lectura comentada, es decir cada alumno debe relatar en el aula los siguientes aspectos: la temática que maneja la obra, su experiencia al momento de realizar la lectura y finalmente pasar a la fase tercera donde él y sus compañeros evalúan las enseñanzas o las ideas que quiere transmitir la lectura, bien sea de manera oral o mediante un texto escrito de retroalimentación del texto inicial.
• En consecuencia, es importante fijar el objetivo principal de la literatura como principal herramienta para desarrollar las capacidades comunicativas necesarias para una adecuada interacción social y para la formación integral de los estudiantes. En este orden las obras literarias sirven para complementar la formación lingüística. Además promueven el uso adecuado de la lengua y brindan la oportunidad al estudiante para que pueda tomar una actitud crítica frente a los mensajes provenientes de diferentes fuentes, como los medios de comunicación, para que el mismo sea capaz de analizar la información y determinar si es o no efectiva para su proceso de aprendizaje.

• Trabajar con relatos; pero que tiene grandes ventajas frente a los textos largos porque permite leer obras completas, jugando además con elementos que pueden ser muy llamativos para los alumnos, como la originalidad o el sentido del humor.

• Amplia actualización y síntesis de métodos y propuestas destinados a enseñar lengua y literatura, a través de la creación y la reflexión sobre los usos lingüísticos.

• la creación y disfrute del texto literario.

• Elaborar textos, en verso y en prosa, a partir de los errores ortográficos más difundidos: una manera de divertirse y jugar, recreándose, para superar las faltas de ortografía. Esta versión introduce- sin alterar la intención del original- las equivalencias necesarias para que sea útil en los errores más comunes en la lengua castellana y en la literatura.

• La tendencia actual al constructivismo interactivo implica partir de los conocimientos que el alumno ya ha adquirido e ir construyendo nuevos saberes siempre vinculados con su propia realidad. Es decir, proporcionar a los estudiantes un lugar protagonista en la elaboración de las clases y el propio currículum, solicitando su participación activa y creativa de modo que la asignatura cobrara sentido para ellos y el aprendizaje fuera efectivo y duradero.
• Con la perspectiva de avanzar del concepto tradicional de gramática (aprendizaje de reglas y normas, análisis sintáctico de oraciones sin relación con la lectura y la redacción, ejemplos de ejercitación arbitrarios) al de reflexión sobre los hechos del lenguaje, la intervención de los estudiantes a través de la deducción y el sistema de ensayo y error se ha convertido en una herramienta principal. En lugar de presentar cada noción nueva como un hecho consumado y una verdad inapelable, se ha comenzado a hacerlo bajo la forma de “situación problemática” a resolver entre todos, con la guía docente, sobre la base de experiencias anteriores, en la escuela y fuera de ella. De ese modo los alumnos descubren los usos correctos de los tiempos y modos verbales, las funciones específicas de las partes de la oración, los problemas que provoca la discordancia de género y número o el desorden sintáctico, y otros contenidos del programa, que sólo entonces serán sistematizados, descritos y clasificados.


• elaboración de periódicos escolares y de barrio, o la redacción de dramatizaciones. De ese modo se explica por sí misma la ‘utilidad’ de la asignatura en la formación para la vida social y laboral.


• Mediante juegos, desafíos, debates y otros medios, se demuestra que los errores sintácticos, ortográficos, de puntuación o de dicción, el desconocimiento de acepciones, o la pobreza de vocabulario, más allá de una cuestión de aprobación social, son importantes porque impiden la interpretación de lo que otros quieren trasmitir y dificulta la manifestación de los propios pensamientos, sentimientos, necesidades, deseos y fantasías.

• El conocimiento del ciclo de la comunicación se ha sumado a los temas de estudio. La comprensión de los elementos que lo conforman (emisor, receptor, mensaje, canal, código) se realiza a través de clases teóricas y prácticas, dramatizaciones y juegos. Durante las mismas, se confrontan las posibilidades significativas de las imágenes “mudas”, la música instrumental, el lenguaje de signos y otras formas de lenguaje no verbal (logotipos, expresión corporal, señalización vial, semáforos, alarmas, indicadores sonoros) con las de las palabras. Se realizan “pasajes de código”, proponiendo la realización de ilustraciones para determinados escritos, o la producción de textos para describir determinados dibujos o pinturas.


• Elaborar programas sobre ejes temáticos para abarcar la mayor cantidad posible de variantes sin sobrecargar el currículo y dando tiempo para profundizar exhaustivamente en cada obra. También, en la mayoría de los casos, se han incluido escritos no literarios, como noticias de periódicos, textos publicitarios o las instrucciones de algún aparato, que permiten comparar los niveles del lenguaje o definir el concepto de arte literario desde la experiencia.

• Despertar en los niños y adolescentes el gusto por la lectura y desarrollar en ellos las capacidades necesarias para reflexionar, enriquecer el léxico, interpretar textos, asociar ideas, incorporar nociones, explorar otras realidades y apreciar los valores de belleza y creatividad. La animación a la lectura se ha convertido en una actividad frecuente dentro y fuera de la escuela: en bibliotecas y centros culturales, por ejemplo, con lo que la palabra recupera el drama, uno de los ingredientes propios de la literatura popular. Juglares modernos, sean estos contadores de cuentos o recitadores de poemas, los animadores a la lectura cumplen una función importante en la enseñanza.

• Brindarles instrumentos aplicables a cualquier obra. En la mayor parte de los países, los exámenes son “a libro abierto”, es decir que las respuestas reflejan interpretaciones, preferencias e hipótesis personales de los alumnos y no el breve aprendizaje a través de manuales o guías.
• Aplicación de técnicas de trabajo en equipo, al desarrollo de enfoques humorísticos y lúdicos y a la conexión estrecha con la realidad y las expectativas de los estudiantes. Algunos de los recursos específicos son la recreación de situaciones de humor basado en malentendidos, el descubrimiento en los libros que tratan problemas que interesan a la edad de los estudiantes, la realización de debates colectivos sobre sus temas predilectos (desde fútbol hasta modas, desde romances hasta actualidad, o cualquier otro que se detecte), la aplicación del e-mail al cultivo de amistades epistolares, en fin, con técnicas que vuelvan necesario, entretenido y grato el uso correcto de la literatura.

• Los materiales multimedia, los vídeos, DVD, CD-ROM y juegos electrónicos didácticos, puede convertirse en un verdadero aliado de la enseñanza de la literatura.

• Leer en voz alta los textos, así los estudiantes siguen la lectura para después realizar una puesta en común o una mesa redonda, y hacer comentarios entre todos. También, escribir textos que se relacionen con las lecturas, esto se puede realizar un día por semana, se lleva los trabajos para corregir.

• ¿Cuáles son los planteamientos teóricos de Teresa Colomer?


• Adquisición de símbolos:
• Según Teresa Colomer la literatura infantil puede tener cuatro funciones: Iniciar el acceso a la representación de la realidad: La literatura ofrece imágenes, símbolos. Ej.: el lobo= persona mala; hacer caso a tu madre. Desarrollar el aprendizaje de formas narrativas, poéticas y dramáticas: Ritmo, rima, etc. las ilustraciones juegan un papel importante. Aparecieron hace poco los álbumes ilustrados. Socialización cultural: La literatura infantil nace con ese fin de socializar a los niños. Función lúdica, creativa, liberadora a través de la fantasía.

• Adquisición conciencia de la narrativa:
En el inicio del desarrollo narrativo, los niños y niñas se dan por satisfechos con reconocer y nombrar el contenido de las imágenes y ven las historias en términos de episodios desconectados. Y cuando crecen aumenta su capacidad para establecer nexos casuales entre la acciones y son más capaces de colocar lo que está ocurriendo en las ilustraciones en el interior de un esquema de progreso.
Este avance resulta más fácil para aquellos niños que han oído contar muchos cuentos y que han aprendido a tener en cuenta los acontecimientos de las páginas anteriores para atribuir un sentido a las historias de los libros.

• La ampliación de las experiencias: TEMAS

Los niños y niñas necesitan también un tipo de literatura que extienda su imaginación y sus habilidades perceptivas mas allá de sus límites actuales, de manera que los mejores libros ilustrados son aquellos que establecen un compromiso entre lo que los niños pueden entender solos y lo que pueden comprender a través de un esfuerzo imaginativo que se vea suficientemente compensado.

• La lectura extensiva en la secundaria:

Si las etapas infantil y primaria adoptaron con entusiasmo una práctica literaria que les devolvía una confianza mermada por las exigencias analíticas de las décadas de los sesenta y los setenta, no sucedió lo mismo en la etapa secundaria, en esta la programación de saberes y la propia formación de los docentes ha estado manteniendo a raya hasta ahora la lectura extensiva de obras. Los autores que han rehabilitado la lectura libre de los textos han señalado repetidamente la contradicción existente entre reconocer teóricamente la libertad del lector y controlarla fuertemente en la práctica a través de guías y trabajos de lectura.


• Leer o explicar:


Colocar simplemente en relación a los alumnos con los textos no soluciona el problema de la enseñanza literaria. También es necesario enseñar a pensar y a hablar sobre los textos. La lectura guiada de los textos es la práctica que mejor se ajusta a la autoimagen de la escuela como lugar de formación y ha sido la práctica educativa por excelencia a lo largo de toda la historia de la enseñanza literaria. La focalización del texto y la búsqueda de las formulas de análisis más científicas producidas en la década de los sesenta instituyeron una nueva practica de lectura guiada en las aulas de secundaria. A continuación presentamos los pasos para determinar como objetivo, fijar con precisión lo que el texto dice y el dar razón de cómo lo dice:

 La lectura atenta del texto para aclarar su vocabulario y establecer su sentido literal.
 La localización del texto en el contexto de la obra de procedencia, en virtud de la solidaridad de las partes respecto del todo.
 La determinación del tema a partir de la abstracción y síntesis de todos los elementos argumentales o de otro tipo presentes en el texto.
 La determinación de la estructura a través del análisis por apartados de la composición textual.
 El análisis de la forma, justificando cada rasgo formal como una exigencia derivada del tema.
 La enunciación de una conclusión final que incluya el balance general de la observación realizada a la que puede añadirse una valoración personal del lector analista.

En definitiva, pues, promover la lectura y enseñar a leer son los dos ejes sobre los que discurre la innovación en la enseñanza de la literatura. Dos objetivos que en estos momentos intentan generar formas de articulación estable para una relación que necesariamente es compleja puesto que debe responder a la conexión entre recepción y producción literaria, entre recepción del texto y elaboración del discurso sobre el texto, entre la interpretación y los conocimientos que la hacen posible, entre la educación lingüística y la educación literaria o entre los aspectos lingüísticos y los aspectos culturales que configuran el fenómeno literario.